Es muy probable que muchos de tus amigos quieran practicar un poco más de deporte durante el próximo año. Y si quieres hacer deporte pero no te gusta mucho correr bloques de manera monótona por tu vecindario, entonces los deportes de equipo parecen ser la solución perfecta, ¿no es así? Por lo tanto, el fútbol, el tenis y el voleibol han sido populares durante años, porque brindan a las personas la oportunidad de moverse de una manera divertida para la mayoría de nosotros. Sin embargo, ¿cómo vas a participar en deportes grupales cuando tienes los tobillos débiles? Bueno, una startup holandesa ha encontrado una solución inteligente: tobilleras impresas en 3D a medida.
Si tiene los tobillos débiles, obviamente hay una mayor probabilidad de torcedura de tobillo. Para fingir que sus tobillos no se lastiman, puede colocar aparatos ortopédicos regulares o cinta adhesiva alrededor de los tobillos, pero esos materiales no proporcionan suficiente espacio a sus tobillos. La alternativa impresa en 3D está hecha a medida y, por lo tanto, funciona como un cinturón de seguridad. Una vez que sus tobillos amenacen con torcerse, habrá una cantidad suficiente de presión sobre los aparatos ortopédicos, mientras que sus tobillos permanecerán libres para moverse en la dirección que prefiera.
Para crear tobilleras a medida, la empresa utiliza un escáner 3D. Este escáner hace una foto en 3D de sus tobillos, después de lo cual la impresora imprime las tobilleras. Estos aparatos ortopédicos para el tobillo se pueden usar con cualquier tipo de calzado deportivo, a excepción de algunos niños con zapatos de baloncesto altos y zapatos para girar débiles.
EXO-L de Delft inventó este producto deportivo. Esta empresa es idea de Marcel Fleuren, quien la inició hace tres años como parte de su proyecto de graduación cuando estudiaba en la TU Delft, una universidad técnica. Desde entonces, ha vendido 400 tobilleras y el producto ha sido reconocido oficialmente como herramienta médica por las autoridades holandesas. Esto significa que los ortopedistas podrían escribir a sus pacientes una referencia para obtener el producto impreso en 3D, y el gobierno holandés incluso paga los costos. La start-up holandesa ofrece su producto por 199 euros. Con todo, este es otro ejemplo de la impresión 3D que ayuda al mundo médico a mejorar de una manera fácil y efectiva.
Créditos de imagen: EXO-L.