El Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT ( CSAIL ) ha desarrollado un robot de observación submarina no tripulado. Llamaron a la máquina ‘SoFi’, abreviatura de pescado blando. La tecnología puede ayudar a los investigadores a documentar y monitorear fotográficamente la vida marina y oceánica.
La máquina en sí es bastante simple en papel. Consiste en una cámara, un motor y el tipo de batería de polímero de litio presente en la mayoría de los teléfonos inteligentes. El motor utiliza algo parecido al movimiento hidráulico, bombeando agua a cámaras bicamerales en el área de la cola para producir movimiento de la misma manera que lo hacen los pistones para un motor de automóvil. Como resultado de este mecanismo, puede nadar a profundidades de aproximadamente 50 pies durante 40 minutos a la vez.
Otra característica fascinante de SoFi es que su interfaz de control es en realidad un controlador de Super Nintendo con algunos ajustes. Los investigadores tomaron un controlador estándar, lo hicieron impermeable y lo equiparon con un sistema de comunicaciones acústicas personalizado que les permite regular la velocidad y el movimiento de SoFi. El sistema utiliza ondas ultrasónicas con longitudes de onda de 30 a 36 kilohercios para comunicarse.
SoFi monitorea y transmite toda la información visual necesaria usando una lente ojo de pez. La forma parecida a un pez del robot lo ayuda a integrarse en el entorno marino, lo que permite una observación más profunda. El diseño de CSAIL es realmente muy innovador en muchos aspectos. Es compacto y se controla a distancia. Además, nada con todo el equipamiento necesario sin necesidad del tradicional sistema de hélice.
Robótica suave en la fabricación aditiva
El propósito original de este tipo de robot era inventar algo que no fuera demasiado invasivo para la ecología de la vida marina. Esto requirió que los investigadores construyeran una máquina que fuera pequeña y pudiera imitar de cerca la vida natural. Debido a su tamaño, puede explorar áreas que la mayoría de las otras embarcaciones no pueden.
La cabeza de SoFi, que alberga todos sus componentes electrónicos, fue impresa en 3D. Los investigadores construyeron la cola y el cuerpo a partir de una mezcla de diferentes materiales, incluido caucho de silicona y plástico flexible. El uso de materiales blandos por parte de CSAIL es un factor importante en la fluidez con que SoFi es capaz de moverse.
Aunque el robot es extraordinario, el equipo todavía lo considera un primer paso. En futuras iteraciones, quieren agregar sensores que rastrearán automáticamente peces reales y los seguirán de forma autónoma. Con el tiempo, esperan utilizar SoFi como el comienzo de un observatorio de investigación submarina de última generación.