La impresión 3D puede traer muchas bondades al mundo. Un ejemplo perfecto para ilustrar tal bondad es un proyecto de Sudán llamado Proyecto Daniel . Esta cosa lleva el nombre de un niño que perdió ambas manos por una bomba de guerra y ofrece brazos protésicos a las víctimas de la guerra de Sudán.
Sudán es un país donde la guerra ha jugado un papel importante en la vida diaria. La Segunda Guerra Civil de Sudán duró desde 1983 hasta 2005 y la Guerra Fronteriza de Sudán del Sur afectó al país en 2020. Estas guerras causaron muchas víctimas e incluso durante un tiempo de paz la gente podría resultar herida, ya que todavía hay bombas por todas partes.
Daniel Omar fue una de las muchas personas desafortunadas de Sudán que resultó gravemente herido. A causa de una bomba perdió ambos brazos cuando solo tenía 14 años. El productor de cine y periodista Mick Ebeling leyó sobre esto en la revista Time y decidió hacer algo al respecto. Su empresa Not Impossible tiene el propósito de ofrecer «tecnología por el bien de la humanidad».
Por lo tanto, decidió buscar personas que lo ayudaran a producir brazos protésicos impresos en 3D de bajo costo. Después de un tiempo, reunió a su equipo, compuesto por una empresa de impresión 3D de California, un neurocientífico australiano del MIT y el inventor sudafricano de Robohand. Además, las empresas Intel y Precipart decidieron apoyar su proyecto. Juntos encontraron la manera de producir prótesis de brazos por solo 100 euroes, para poder ayudar a la mayor cantidad de personas posible. El tiempo necesario para producir tales prótesis es de aproximadamente seis horas. Sin embargo, la consecuencia de estos bajos costes es que los usuarios de estas prótesis no pueden realizar todas las acciones, como levantar objetos pesados o controlar los dedos.
Daniel, que perdió las manos en 2020, recibió sus brazos protésicos en noviembre del año pasado. Se instaló un laboratorio de impresión 3D en un hospital cercano y ahora se puede ayudar a muchos otros. Not Impossible ya ayudó a muchas personas con nuevas prótesis, pero todavía hay miles de personas a las que ayudar. Aquí hay un video sobre este proyecto de Not Impossible:
No es el primer proyecto de Not Impossible. A finales de 2010, la compañía creó un dispositivo llamado Eyewriter para ayudar a un artista de Los Ángeles que estaba completamente paralizado debido a la ELA (enfermedad de Lou Gehrig). Con estas gafas, de repente pudo volver a crear arte y comunicarse de una manera más fácil. Aquí hay un video en el que Ebeling explica a la gente sobre este proyecto. Inspirador es su mensaje final: “si algo no es posible, hazlo posible”. Aunque Ebeling está lejos de ser un técnico, de alguna manera siempre encuentra la manera de hacer que ocurran las innovaciones técnicas.
Imagen de créditos: No imposible.