La bioimpresión está logrando avances en todo el mundo académico. Las empresas activas en este campo reciben una financiación masiva para la investigación y uno de los campos de investigación más lucrativos es el del desarrollo de materiales biodegradables. Los investigadores del MIT parecen haber logrado un gran avance en este frente.
Investigadores de la prestigiosa universidad estadounidense han desarrollado recientemente un medio para imprimir celulosa. Este es un gran avance porque la celulosa es un componente importante del papel y la madera. Sebastian Pattinson y A. John Hart fueron coautores de la investigación. Han declarado que los beneficios de la impresión de celulosa son que «es económico, es biorenovable, biodegradable y también muy versátil químicamente».
Si bien muchos investigadores han intentado previamente imprimir celulosa, todos se enfrentaron a grandes obstáculos. Debido a su estructura, la celulosa no es fácil de calentar sin exasperar sus componentes básicos. Al calentarse, la celulosa se descompone y, por lo tanto, se vuelve inutilizable. Otro problema con el que se encontraron los investigadores anteriores fue que el material tenía un alto nivel de viscosidad. Como resultado, las extrusoras no fueron capaces de excretar el material correctamente.
En cambio, los investigadores optaron por utilizar un material llamado acetato de celulosa. Tiene una estructura química diferente y se disuelve en acetona. Después de disolverlo, puede extruirse con facilidad. El acetato de celulosa está ampliamente disponible y su precio es comparable al de los filamentos de plástico. Otro beneficio es que imprimirlo puede ser exponencialmente más rápido que las extrusoras tradicionales basadas en calentamiento. Esto se debe al hecho de que utiliza acetona para disolver el filamento en lugar de calentarlo o fundirlo tradicionalmente.
La siguiente figura muestra unas pinzas fabricadas con acetato de celulosa:
Imagen de portada cortesía de MIT, Sebastian Pattinson y A. John Hart (autores del estudio).