Debido a la creciente urbanización, la costa de Sydney perdió grandes secciones de selva de manglares durante los últimos 200 años. Como resultado, gran parte de la vida marina en la costa estaba perdiendo gran parte de su hábitat, llevándose consigo el efecto depurativo natural que tenía en el agua. Ingrese a Volvo con una solución de impresión 3D audaz e innovadora. Los mosaicos de diques vivientes de Volvo se integran con la vida marina en un nivel completamente nuevo.
Esta iniciativa es un proyecto conjunto con el North Sydney Council, el Sydney Institute of Marine Science y Reef Design Lab, un diseñador de infraestructura de hábitat marino con sede en Melbourne. Con la pérdida de tantos manglares, la vida marina dependiente estaba saliendo del área. Para remediar esto, los investigadores decidieron construir estructuras que promuevan el crecimiento de los árboles de mangle y el retorno de la vida marina.
“ Hemos perdido el 50 por ciento de los bosques de manglares del mundo y, en su lugar, hemos construido cosas como malecones, que proliferan alrededor del puerto de Sydney. Derribar los malecones no es viable ”, dijo Nick Connor, Director Gerente de Volvo Car Australia. “ Hay una palabra sueca, omtanke, que significa ‘cariño’ y ‘consideración’. Creo que eso realmente capta lo que estamos tratando de lograr con Living Seawall y resume el enfoque de Volvo hacia la sustentabilidad en general. Siempre estamos tratando de repensar, reinventar, rediseñar para mejor. »
Ayudando a la biodiversidad marina
El mosaico también se inspira en la biomimetización , simulando hábitats oceánicos. Cada teja hexagonal incorpora y mantiene unida la estructura de las raíces del manglar. La parte inferior de las baldosas tiene un diseño mucho más complejo que atrae a los microorganismos. Fundidos a partir de moldes impresos en 3D, los azulejos emplean una mezcla de cemento y plástico reciclado. Las capas coinciden con la textura de las ostras, lo que las ayuda a crecer en el mosaico. Esto es genial porque pueden actuar como uno de los organismos de filtrado que el programa quería recuperar.
La iniciativa es otro ejemplo de cómo la impresión 3D puede recuperar y preservar varios hábitats. Aparte del propósito principal de las baldosas vivientes del dique, hay un componente adicional que juega bien con el medio ambiente. El plástico que emplearon los investigadores se recicla, haciendo uso de los residuos existentes en lugar de la creación de nuevos plásticos.
Esta no es la primera incursión de Volvo en la conciencia ecológica. La compañía ya se comprometió con un embargo de plástico de un solo uso en todas las oficinas, comedores, fábricas y eventos a partir de 2020. Si bien queda mucho trabajo por hacer, es bueno ver que las principales empresas internacionales están dando un primer paso. Hay muchos otros lugares en el mundo que podrían usar estructuras como baldosas de diques vivos.
Imagen destacada cortesía de Volvo