Una de las tecnologías que los investigadores están luchando por desarrollar en estos días es la electrónica portátil. Desde el MIT hasta Harvard, ha habido muchas conceptualizaciones diferentes flotando para este concepto futurista. Cualquiera que sea el caso, la impresión 3D generalmente juega un papel crucial en el suministro de materiales, pero un nuevo proyecto conjunto también muestra su capacidad para ayudar en la retención de energía y la tecnología de transmisión. El proyecto entre KAIST y Harvard detalla la creación de baterías impresas en 3D para dispositivos electrónicos flexibles.
Las baterías son una bendición para el desarrollo de dispositivos electrónicos portátiles y flexibles, aunque en este punto solo son un borrador inicial. El Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea les dio con éxito formas personalizables que pueden adaptarse a varias estructuras. Pueden iluminar LED, pero no hay muchos otros casos de uso disponibles en este momento.
Uno de los problemas de la electrónica moderna es que están encadenados a la forma de sus baterías. Como resultado, los fabricantes se resignan a dar forma a sus teléfonos o tabletas como si fueran ladrillos. Si bien todas las demás formas de componentes electrónicos se han reducido y cambiado de formación a lo largo de los años, las baterías no han experimentado este mismo nivel de progreso. Una buena solución a esto es imprimirlos en varias formas, como anillos, que es precisamente lo que hicieron los investigadores. Hay muchas más formas que produjeron, mostrando una forma de H y una forma de U (como en la imagen de abajo).
Electrónica portátil y flexible
Esta no es la primera incursión de Harvard en el campo de los componentes electrónicos flexibles . Anteriormente han mostrado una variedad de formaciones y funciones para la tecnología. Los dispositivos electrónicos portátiles y flexibles no son solo bienes de consumo útiles, sino que también podrían ser excelentes para industrias como la medicina. Ciertos tipos de monitores cardíacos y sistemas de administración remota de medicamentos podrían beneficiarse gravemente de estas baterías impresas en 3D .
También hay otras mejoras notables aquí, como el uso de Zinc-Ion en lugar del litio tradicional como material central para la transmisión. Las mezclas de zinc son más seguras de producir ya que no contienen los elementos inflamables de las baterías tradicionales que se queman en ambientes húmedos y con mucho oxígeno. Como resultado, producirlos no requerirá un ambiente ambiental o solventes peligrosos.
Aparte de las preocupaciones de seguridad, las baterías impresas en 3D también son más económicas y muy eficientes. Según los investigadores, pueden cargar hasta el 50% de su capacidad en dos minutos. Con más investigación, algún día podrían convertirse en dispositivos domésticos teniendo en cuenta las grandes mejoras que presentan. Los monitores cardíacos portátiles, los micro-robots y los teléfonos flexibles parecen mucho más posibles.
Imagen destacada cortesía de KAIST y Harvard.