Los investigadores del CSIRO de Austrlia están estudiando las posibilidades de cómo los alimentos impresos pueden ayudar a alimentar a los pacientes con disfagia. La disfagia es una enfermedad que consiste en la incapacidad para tragar alimentos o líquidos. Esta enfermedad a menudo se presenta en personas mayores e inhibe la nutrición. El Dr. Aarti Tobin cree que la impresión de alimentos puede permitir a los técnicos de salud ayudar a mejorar la calidad de innumerables vidas. Los trastornos como la disfagia pueden causar deshidratación, desnutrición y muerte.
La disfagia puede manifestarse en pacientes por muchas razones diferentes. Las causas comunes de los problemas alimentarios son la reducción del control muscular, un derrame cerebral, disfunción neurológica e incluso la pérdida de dientes. Este tipo de condiciones a menudo significa que los alimentos deben ser ingeridos sin mucha necesidad de masticar. Ahí es donde entra la impresión de alimentos.
La comida en cuestión debe ser blanda, por lo que los médicos suelen utilizar puré para alimentar a ciertos pacientes. Los impresores de alimentos son expertos en convertir purés y sustancias similares en comidas nutritivas .
Impresión 3D de alimentos para enfermos
La impresión de alimentos puede ayudar de muchas formas. En primer lugar, puede producir alimentos que sean lo suficientemente blandos como para que no sea necesario masticarlos. Otra ventaja es que puede ahorrar suficiente tiempo o costos de procesamiento para los hospitales. Por el contrario, también puede ahorrar costos de transporte, ya que muchos hospitales más pequeños pueden no tener las instalaciones para moler sus propios alimentos en trozos pequeños, por lo que dependen de los proveedores.
Otra ventaja es que la impresión 3D ha demostrado que puede producir alimentos que parecen más tradicionales a pesar de ser más suaves y más sabrosos de lo que parecen. Esto es una bendición para los médicos que tienen que tratar con pacientes que tienen dimentia y que pueden negarse a comer cualquier alimento que no les parezca convencional. De manera similar, la impresión de alimentos también podría permitir a los médicos adaptar los alimentos a las necesidades específicas del paciente (es decir, deficiencias de hierro, niveles bajos de calcio, etc.).
La impresión de alimentos también podría ser una posible solución a uno de los problemas a largo plazo de Australia. Australia tiene una población que envejece. Aproximadamente el 25% de la población australiana tendrá más de 65 años en 2045 y se necesitarán métodos adecuados de producción de alimentos. La impresión de alimentos podría reducir la carga.
En general, los investigadores están considerando la impresión de alimentos para propósitos mucho más serios. Una vez considerado un esfuerzo trillado, ahora es incluso una característica de los viajes espaciales. La NASA demostró previamente que podían imprimir pizzas en 3D a partir de componentes básicos. Esto permite a los astronautas comer comidas más nutritivas y ahorra espacio, ya que puede estar hecho de componentes que se almacenan fácilmente.